La Salida a Triunfo
A lo largo de su vida,
el hombre se la pasa buscando certezas. Estas le otorgan una
subjetiva tranquilidad para enfrentar el inmanejable futuro. El
Bridge, por supuesto, no iba a ser la excepción a la regla.
En algún momento ciertos
buenos samaritanos, siempre los hay, con las mejores intenciones,
siempre las tienen, han intentado entregar al bridgista medio,
ciertas máximas como guías que le despejen el ansiado camino al
cielo. Pero las máximas encierran un problema en sí mismas y este es
que se entienden como verdades absolutas y para declarar una verdad
como absoluta en el Bridge, hay que ser muy osado o tener una línea
directa de comunicación con el Señor. La razón estriba en que las
verdades mutan y en el Bridge más que en ningún otro deporte. La
información que se aprende en la etapa inicial como alumno, muta en
una verdad similar pero distinta en el siguiente período. Y así
sucesivamente hasta que comprendemos que cada mano tiene una verdad
propia y que lo único que nos salvará es el sentido común, la
lógica, la experiencia y el análisis. Con esto no busco deprimir los
ánimos, aunque parezca lo contrario, si no establecer una verdad,
siempre fui osado, y esta es que “A priori nunca tendrá la certeza
de nada”.
Sé que es difícil
establecer como concepto de seguridad una sentencia que predique:
“Nunca tendrá seguridad de nada”, pero está imbuida del mismo halo
que cualquier otra máxima. La ventaja de abrazar este concepto
radica en la tranquilidad que otorga el saber que sin importar su
nivel de juego, ni Ud. ni nadie está a salvo del invencible azar. A
partir de este concepto Ud. puede jugar tranquilo, dado que nunca
podrá tener la certeza, haga lo que haga y le traten de mostrar la
octava maravilla.
El Bridge, como todo
deporte, castiga a los haraganes y sólo el estudio de ciertas reglas
que sirven de antorchas cuando se cierne la oscuridad, serán el
refugio que encontrará en el camino.
Alguna vez,
lamentablemente, habrá escuchado “En la duda salga a triunfo”, si
esto fue así le recomiendo que borre esta frase del disco rígido.
Hay un solo momento en el cual la salida a triunfo es correcta y ese
es cuando su análisis de la situación le indique ese rumbo.
No se debe salir a
triunfo por estar en duda porque cuando esto sucede suele ser una
mala opción, el ataque de triunfo está diseñado con ciertos
propósitos específicos y esos momentos son los que abordaremos en
esta sesión. Por supuesto también veremos las reglas que le
indicarán cuando no hacerlo.
Como consejo final,
antes de ingresar de lleno en el aspecto teórico, la experiencia es
un bien que se consigue de una sola manera: “Jugando”. Juegue y
diviértase, alumbrado por la verdad de saber que pertenece a un
importante grupo de bridgistas que ama una certeza tangible: “No
todo es lo que parece”.
Se sale a triunfo
cuando:
·
Se cree que el lado corto de triunfos, en gral. el muerto, tiene
poder de fallo. Por este camino se inicia la destrucción del
principal valor del muerto.
·
Se piensa que la línea de juego girará en torno a un fallo cruzado.
Cada arrastre que logre dar reducirá el desdoblamiento de triunfos
del carteador.
·
El rival de su izquierda ha mostrado una bicolor y el jugador de la
derecha realiza una preferencia a nivel entre dos palos. Suele ser
en gral. la salida indicada. Vale tomar en cuenta que la elección de
un palo por parte del respondedor no es indicativa de un apoyo
natural.
·
Cuando los rivales tienen mucha fuerza, las elecciones suelen ser
verdaderas ya que una mano fuerte no está urgida a dar apoyo si no
lo tiene. En este caso si no existe la amenaza de un palo de
descarte y no cuenta con un ataque muy evidente, la salida a triunfo
suele ser lo indicado.
·
Ud. tiene un 5° + ó - sólido y mano equilibrada, la salida a triunfo
puede anticipar un fallo cruzado.
·
El rival decide sacrificarse en un contrato mayor al suyo, con la
idea de pagar pocas multas contra la probable anotación que Ud.
hubiese logrado. Si el lado corto de triunfo no ha mostrado un palo
potencial de descarte, la salida a triunfo suele ser el ataque
indicado.
·
Su bando abrió de st. La idea es evitar un posible fallo en
el corto, dado que Uds. poseen mayoría de P.H. Si es necesario se
repetirá el ataque, a no ser que el muerto nos haga cambiar de
parecer.
·
El remate no deja pistas respecto a las debilidades rivales y sus
palos son malos o poco atractivos. A veces se sale a triunfo porque
las otras alternativas son terribles.
·
El rival abrió de 1 a palo y el remate muere porque su compañero
decide no reabrir y Ud. se encuentra corto a triunfo.
·
El rival se apoya luego de un X informativo suyo (1
- X - 2)
·
Su compañero pasó a un X informativo suyo al nivel de 1, la
salida a triunfo es obligatoria. El paso indica la tenencia de
muchos y buenos triunfos por parte de su compañero.
·
Si el rival X penal un palo suyo, luego de haber mostrado un
palo propio, y el compañero de él lo rescató al palo mostrado. Esto
en gral. muestra poca fuerza y poder de fallo en el lado corto. El
ataque de triunfo suele ser lo indicado ya que es casi obvio que el
corto del muerto es su palo.
Nota: Si la subasta orienta sobre un ataque a triunfo, lo primero debe ser
salir a triunfo y lo segundo continuar triunfo, siempre y cuando el
sentido común no indique lo contrario.
En gral. contra
contratos de parciales a bajo nivel suele ser una buena opción la
salida a triunfo.
·
El remate avisa de un probable palo de descarte. En ese caso es
necesario apurar las bazas y salir de ataque. En otros casos,
algunas preferencias en el remate llegan tarde y no prometen apoyo
real, se eligen por defecto de atajes para jugar 3st, caso de
game con 7 cartas a palo mayor.
·
Se tiene singleton de triunfo. En este caso la salida será mala
porque se corre el riesgo de arruinar la tenencia en ese palo que
posea su compañero, quien tiene tendencia en esas circunstancias a
poseer 3 ó + triunfos.. La excepción ya fue mencionada.
·
Se tiene un H. menor de triunfo (Jxx, 10x) Las salidas
debajo de 10 ó J segundos o terceros, suelen ser muy riesgosas. Se
las consideran tenencias precarias de ataque. La salida debajo de Q
segunda o tercera de triunfo (Qx ó
Qxx) suele ser una
pésima opción, los casos en los cuales resulta bien son muy
especiales y no es conveniente andar tentando al Diablo.
Con
J10x de
triunfo se ataca de x, para protegerse ante la posibilidad de
un H.M. seco de su compañero. Si no se corre el riesgo de regalar
baza en triunfo.
Desde As o K tercero
(Axx,
Kxx) se ataca de
x con idea de preservar
la comunicación con el compañero, por si se da el caso que toma la
mano su compañero y desea repetir triunfo. En el palo de triunfo se
marca al revés: Con 2 ó 4 cartas se sale de la carta de menor rango
(xx, xxxx) este eco muestra número par de cartas. Con
tres cartas de la del medio y luego la más chica (xxx) este
eco muestra número impar de cartas.
La razón de mostrar
el número de cartas en el palo de triunfo, se baza en la idea de
otorgarle claridad al compañero en el momento de decisión. Ejemplo:
Si tiene que elegir
entre volver un palo en el cual estábamos cortos y podíamos fallar o
atacar otro y no perder el tiempo, el eco en triunfo será vital para
la toma de esa decisión.
Nota: Se tienen 4 triunfos. Es una situación que merece análisis. En este caso
primero se piensa en desarrollar las cartas altas que se poseen con
la intención de acortar al declarante. Esto es muy válido cuando el
rival juega con un triunfo 5-3 pero las excepciones se dan cuando el
triunfo es 4-4.
Cuando el rival juega en un triunfo 4-4 y no se visualiza palo de
descarte, el arrastre suele ser una buena opción inclusive con 4
triunfos malos o un H.M. 4° pero sin cartas intermedias (K643)
La razón es que el largo de triunfo (4) al no ser muy
pronunciado no otorga muchas bazas, por lo tanto el rival buscará
desdoblar los triunfos o acortarse de uno de los 2 lados. Cada
arrastre que Ud. le dé, le quitará 2 triunfos a él y sólo 1 a Ud.,
es negocio.
Veamos algunos
ejemplos conocidos: