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El Bridge, un juego CON Cartas
por Lucho Konstantinowsky

 

El Bridge es un juego CON cartas...no un juego DE cartas. El azar queda eliminado, especialmente en el Bridge duplicado, donde todos los jugadores actúan con la misma mano. Desaparece la excusa de recibir mejores o peores cartas; hay que resolver la misma situación y, de como lo haga, dependerá el resultado.

 

El Bridge ha logrado la jerarquía en Materia de Universidades, tanto en estructuras capitalistas como en las socialistas, donde tuvo que superar todo el prejuicio anti-burgués.

 

En la literatura, el Bridge es muy utilizado para describir personajes o pintar ambientes y costumbres.

 

León Tosltoy, en el año de 1886, en la "Muerte de Iván Illych", caracteriza a su personaje por la práctica del Vint, una variedad del Bridge en esa época.

 

Julio Verne envía a Phileas Fogg a su increíble viaje en "La Vuelta al Mundo en Ochenta días", como resultado de una apuesta con sus compañeros del Bridge.

 

En la literatura más reciente tenemos novelas policiales fascinantes como la de Agatha Christie, "Cards on the Table", donde Hércules Poirot hace toda la deducción por sus conocimientos del Bridge.


Ian Fleming, el creador de James Bond, en Moonraker, prepara una trampa contra el espía enemigo con una mano famosa, en la cual 007 se luce con un carteo sensacional.


Sinclair Lewis, uno de los más prestigiados novelistas de los Estados Unidos, en su "Main Street", hace del Club de Bridge el barómetro social en el que sus personajes conviven y compiten.


Somerset Maugham, en varias de sus novelas hace de nuestro juego la actividad central de sus personajes.

 

La difusión que ha logrado el juego en el mundo entero es sorprendente. Se juegan olimpiadas en las que Argentina viene compitiendo desde hace más de 50 años, mejorando siempre sus actuaciones. Participan más de 160 países, es decir que en todo el mundo hay equipos representativos, y el nivel competitivo es cada día mayor.


La lista de las personalidades que han hecho del Bridge su pasatiempo favorito sería interminable. Basta citar unos pocos : el General Eisenhower participó en varios torneos; incluso, en la noche previa al desembarco en Normandía, calmó sus nervios en una famosa partida. Winston Churchill jugaba asiduamente. El premier Xiaoping Deng abrió a China a las competencias bridgísticas internacionales.

 

Hemos reservado para el final al Mahatma Gandhi, quien gozaba enormemente jugando al Bridge.


Durante muchos años de su vida lo practicó con frecuencia, y llegó a hacerlo muy bien. En una comparación sublime, usó al Bridge para explicar sus creencias, específicamente la relación que hay entre el Kharma (destino predeterminado) frente al Dharma (la acción del hombre).

 

 Decía Gandhi que el Kharma era semejante a la mano que se recibe en la mesa, siendo el Dharma la forma de jugarla. El hombre no está  sujeto a un determinado destino porque tiene la facultad de jugar su mano, y esto lo puede hacer bien o pobremente. De ahí se deriva  que pueda perder o ganar, y el resultado final de la vida de un hombre es el desarrollo de sus conocimientos, de su capacidad de esforzarse permanentemente y su habilidad, no sólo de lo que recibió.

 

La belleza y la profundidad de estos pensamientos pueden ser usados en [el aprendizaje] del Bridge ... Si el [material de enseñanza] representa el Kharma, es decir lo que ya está  hecho, lo que no se puede cambiar, el Dharma va a ser su capacidad de concentración, de estudio, y de la utilización de estos elementos, dependerá  el resultado final.


Úselos lo mejor posible y verá  como se incorpora a un pasatiempo de una profundidad intelectual que lo dejará asombrado. Esta función del Bridge merece un estudio más profundo por quienes tengan la capacidad para hacerlo; simplemente destaco un aspecto que considero de suma importancia.

 

Otro aspecto singular, en la práctica del Bridge, es el desarrollo de la misma en el ámbito familiar, con un sentido igualitario entre todas las generaciones. Entre padres e hijos crea un interés que hace más grata la convivencia, y, el poder hacer en común algo, con quienes tienen una visión del mundo tan distinta a la nuestra, ayuda a la comprensión y el entendimiento