Por años, mis amigos no-del
bridge (una especie en extinción, para Enero 2009) han reaccionado con
asombro, curiosidad y hasta desaprobación, por el tiempo que uso jugando
al bridge y cuanta plata gasto en viajes para jugar torneos de bridge.
Ellos simplemente no entienden, y la mayoría de ellos nunca lo hará,
pero de vez en cuando trato de explicarles, solo para terminar
sintiéndome cada vez mas incomprendido.
Lo que ellos no entienden
es que no es solo el bridge lo que me mantiene tan interesado – el
bridge es una forma, mi mejor forma, de conectarme con otra gente. Es un
buen tópico de conversación para aquellos que compartimos el interés,
probablemente de la misma manera que el aeromodelismo, el ajedrez o los
comics, o el basket es para otras personas. Y para personas como yo que
a veces tienen dificultad para sacar temas de conversación, es algo muy
bueno. Pero también tiene que ver con la resolución de problemas e
involucrar a la mente en situaciones que no se pueden resolver o dominar
lo que genera muchas emociones.
Dado que la mayoría de nosotros no recibe el estímulo intelectual que
deseamos en el trabajo, necesitamos un pasatiempo que abastezca ese
deseo.
Últimamente, he estado pensando y preguntando a otros jugadores como
seria la vida sin el bridge?
¿Que podría reemplazar la gran cantidad de tiempo empleado en el bridge?
¿Qué hace la gente normal el fin de semana?
Me cuesta recordar.
Pero, en realidad, ¿qué hacia yo antes?
¿Qué aficiones compartía?
En realidad nada.
¿Como me divertía?
Yo ya no lo se.
Todo el mundo necesita un hobby o dos y...Quiénes somos nosotros para
juzgar si una afición es buena o mala, siempre y cuando no cause daño?
Y para ser amigos de verdad, no se debería tener algunas aficiones en
común?
En lugar de gastar mi dinero haciendo aviones falsos o comprar cómics o
videojuegos, elijo gastarlo en pasajes aéreos, habitaciones de hotel,
entradas para los torneos de bridge.
En los últimos 2 años, a partir de los nacionales de verano del 2008, he
jugado en 33 torneos, 174 sesiones, sólo uno (el torneo de la FISU en
Polonia), fue sin gastos, y no me arrepiento de ninguno de
esos viajes.
Tal vez algún día esto cambiará, pero probablemente no en el corto
plazo.